El descuido y abuso del medio ambiente produce importantes impactos climáticos y fenológicos que redundarán en nuestro estúpido sistema social, y esos impactos serán crecientes con el transcurso del tiempo.
Pero ha de tenerse muy en claro que todas las consecuencias que habremos de padecer no se deben a las respuestas a necesidades reales, sino a cuestiones ideológicas.
Si el estudio y el análisis no se efectúan dentro de ese campo no será posible encontrar la fórmula para mitigar y adaptarse al cambio climático.
Cuando esta temática se inició se produjo una confrontación directa entre los intereses que promueven el “crecimiento” socio-económico versus las ideas de manejo, prevención y protección ambiental necesarias para la lucha y adaptación al cambio climático. Este conflicto pasa por un querer una cosa o la otra, no por una imposición apodíctica, incontestable, terminante.
La información científica ha puesto en claro que los enormes riesgos y costos que implica el sobrecalentamiento del planeta y los cambios en el clima a gran velocidad son mucho mayores que los necesarios para implementar las medidas de mitigación y adaptación; de modo que "ya estamos jugados".

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